La lección de anatomía

La lección de anatomía

sábado, 15 de septiembre de 2012

FARINGITIS

FARINGITIS
Adenovirus

Como su nombre lo indica, la faringitis es la inflamación de las estructuras que componen la faringe; compromete el paladar blando, los pilares del istmo de las fauces, las amígdalas y la pared posterior de la faringe. Dependiendo de la etiología, existe una relación estacional: las de causa bacteriana son más frecuentes en invierno y, las producidas por enterovirus, lo son en verano y otoño. La mayoría de las faringitis tiene causas virales. Por otro lado, entre las bacterias responsables de esta infección, la más frecuente es el estreptococo β hemolítico del grupo A (Streptococcus pyogenes). 

La infección se transmite por contacto persona-persona, por medio de gotas o a través de las manos

Se presenta de manera súbita con dolor faríngeo y fiebre; se acompaña de malestar general, cefalea e hiporexia (disminución del apetito). En algunos casos puede haber náuseas, vómitos y dolor abdominal. La faringe se observa eritematosa, las amígdalas aumentadas de tamaño, eritematosas y pueden presentar exudados y, en el paladar, pueden verse petequias. Las faringitis de etiología bacteriana suelen presentar adenomegalias cervicales, dolorosas. Las de etiología viral suelen asociarse con patología nasal como mucosa nasal eritematosa y rinorrea hialina. Las virales son autolimitadas, con una duración de 4-10 días y con un curso más leve. Las bacterianas, sin tratamiento, se prolongan un poco más. 

El diagnóstico se establece por el antecedente epidemiológico y el cuadro clínico. En general, si el paciente tiene entre 3 y 15 años y presenta dolor de garganta, fiebre elevada de comienzo brusco, náuseas, vómitos y dolor abdominal (principalmente en niños), eritema faríngeo con exudados (placas), petequias en el paladar, adenopatía cervical anterior y ausencia de tos, el diagnóstico estaría orientado a favor de la etiología bacteriana. Cuando la presentación de la infección es dudosa, pueden realizarse exámenes rápidos de detección de antígenos (demoran menos de 30 minutos), cultivo de faringe, determinación de anticuerpos antiestreptocócicos ( no es útil para la detección de la infección aguda). 

La faringitis estreptocócica puede presentar complicaciones de 2 tipos:

-Inmediatas o supuradas:
1) Absceso amigdalino y periamigdalino: se presenta con odinofagia (dolor de garganta) intensa, disfagia (molestia al deglutir) e incluso afagia (pérdida de la capacidad de deglución), fiebre elevada, malestar general, sialorrea (producción excesiva de saliva), halitosis (mal aliento), úvula desplazada. Con frecuencia la etiología es polimicrobiana.
2) Absceso retrofaríngeo: se produce supuración de los ganglios del espacio retrofaríngeo, abombamiento de la pared posterior faríngea, dolor de la farínge, disfagia, sialorrea, fiebre, estridor con disnea, rigidez cervical. También suele ser polimicrobiana.

-Tardías o no supuradas: pueden presentarse 2 a 3 semanas después del proceso agudo.
1) Fiebre reumática (http://medstnews.blogspot.com.ar/2012/10/fiebre-reumatica.html): es una enfermedad inflamatoria, aguda o subaguda, sistémica del tejido conectivo, de patogenia inmunológica. Se presenta con pancarditis (pericarditis, miocarditis y endocarditis) que deja secuelas en las válvulas cardíacas, poliartritis, nódulos subcutáneos, cores y eritema marginado. 
2) Glomerulonefritis: se produce por depósitos de inmunocomplejos en los glomérulos renales. 

Por otra parte, el diagnóstico suele orientarse hacia una infección de etiología viral si los síntomas son: ausencia de fiebre o febrícula, conjuntivitis, tos, rinitis, presencia de úlceras o vesículas en la cavidad oral, diarrea. Son más frecuentes en pacientes menores de 3 años o mayores de 30 años.


La mayoría de los pacientes con faringitis suelen recibir tratamiento con antibióticos, aun cuando son más frecuentes las infecciones virales. Uno de los mayores desafíos es evitar el uso inadecuado de antibióticos cuando la causa es viral
En las faringitis virales, el tratamiento es sintomático, se trata el dolor faríngeo con analgésicos como paracetamol o ibuprofeno. Se recomienda también descanso e ingesta de líquidos. 
En el caso de la infección por Streptococcus pyogenes, debe iniciarse el tratamiento con antibióticos (generalmente se administra penicilina, o en su defecto, eritromicina, cefalosporina, amoxicilina, ampicilina o azitromicina, entre otros). 

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